De la conveniencia a la resistencia, el matrimonio formado por Ma y Cao inauguraron con su peculiar historia de amor los lunes del Filarmónica en MUSOC. Doscientas personas se acercaron a esta primera sesión de la Muestra de cine social y Derechos Humanos en su paso por la capital asturiana.
Li Ruijun director de esta cinta ganadora de la espiga de oro en Valladolid, comenzó estudiando música y pintura antes de formarse en cine, esta influencia se disfruta en cada plano de apabullante belleza plástica, donde las tonalidades, la composición y el pausado ritmo nos invitan a una contemplación del campo y los gestos que convierten Return to dust en un viaje a la China rural en vías de extinción, no por ello menos impactante.
Un retrato sutil sobre el arrinconamiento de nuestros orígenes.
Las excavadoras avanzan destruyendo el pasado mientras la pareja protagonista sufre la desatención médica, el aislamiento del pueblo y sobre todo una miseria que les arrincona junto a sus animales y cosecha, en un mundo tan hostil como tierno. Juntos hacen trinchera entre cuidados y atención mutua. Se apoyan en los refranes que han observado los ciclos de la tierra, para protegerse del viento, la lluvia y el odio. Ninguno nunca estuvo mejor que con el otro, pero la vida no les tenía preparada la calma y ligereza de esos sabios refranes.
Ingeniería Sin Fronteras el colectivo que la noche del 9 de enero se subió al escenario del Filarmónica para recordarnos que este supuesto progreso tirano expulsa de la tierra a los que siempre la habitaron no ocurre solo en China. Poniendo el punto de atención más allá de la geografía concreta a la que los doscientos espectadores allí sentados estábamos a punto de sumergirnos, un primerísimo primer plano a la china rural en sus espigas, sus semillas y su barro que desaparece.


















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