Aunque en la sala solamente estuvieron las madrinas de Accion en Red y Milenta Muyeres, esta película venia avalada por Asamblea Moza d’Asturies. En una sala a rebosar, con lleno absoluto, a pesar del mal tiempo al que el público puso buena cara y mejores aplausos.
Un debate abierto y enconado en el mundo del feminismo de nuestro país. Esta es la realidad de la prostitución o trabajo sexual (según la postura que se adopte) actualmente. Algo ampliamente señalado en la presentación del documental proyectado, que tiene como mayor punto a destacar su construcción desde el yo de las protagonistas. Desde la militancia en organizaciones, ya sean abolicionistas, regulacionistas o víctimas de trata, se da voz sin cortapisas y se hace un análisis que tiene muchas caras.
La poliédrica realidad de la prostitución, así como los debates que suscita salpican todo el documental Salir de Puta de la argentina Sofía Rocha
El cine argentino no deja de regalarnos pequeñas joyas de la mano de directoras que parecen surgir de forma casi espontanea en un país donde la cultura, al igual que otros muchos aspectos, parece vivir siempe en frágil equilibrio entre crisis y profunda creatividad. En el caso de Sofía Rocha se plantea este trabajo no solo como un producto artístico y cultural, sino como una contribución al movimiento feminista desde la militancia.
Tal y como relata la propia directora: el de la prostitución no es un mundo aparte sino uno hecho de lazos con la sociedad en la que se desarrolla y debe ser analizado en el marco de dicha sociedad. Por ello traza en su película no solo una contribución feminista a la visibilización de la prostitución, a través de algunas de sus posturas político-ideológicas, aunque no todas, si no que también hace una radiografía de la sociedad argentina en sus distintas aristas y perspectivas.
Rocha ha intentado desplegar a través de este documental el enorme abanico de variables que intervienen en esta cuestión: la sexualidad, la necesidad económica, las clases sociales, la opresión de género, el poder, el trabajo, la familia, el Estado y sus instituciones, las leyes, la doble moral, y de forma fundamental, el estigma. Y lo va a realizar a través de los testimonios de prostitutas callejeras, escorts, madres de chicas víctimas de la trata y de militantes de mayor o menor reflexión teórico feminista.
Volviendo a la presentación de este documental, MUSOC es un espacio ideal para escuchar sin prejuicio y no hurtar al debate un lugar que nos muestra que hay múltiples maneras de mirar y entender. Una vez más, sea cual sea nuestra postura de partida, no podremos permanecer indiferentes, ni soslayar una honda reflexión antes y después de su visionado. Además es una oportunidad para comenzar a superar el estado de crispación permanente. Debatir es crecer, es aprender, es mejorar y si el debate es tranquilo y sosegado hasta se convierte en imprescindible. Ojalá la calma impregne nuestras mentes, nuestros corazones y nuestras palabras.









Colaboran


