La emancipación de las mujeres en estructuras obsoletas

Dos años después MUSOC vuelve a llevar la miel a Castrillón. El 22 de enero de 2020 la sala del Valey se llenaba con la proyección del documental macedonio Honeyland, un entrañable retrato de la última mujer recolectora de abejas y de una forma de vida en extinción. Ayer miércoles no pudimos evitar esa curiosa sensación de déjà vu cuando la película Hive (Colmena) apareció en la gran pantalla. Ambas son deliciosas, con su recorrido en el camino de los Óscar, y tres premios en Sundance, incluido el premio del Jurado. Ahí se terminan las similitudes. Hive, producción kosovar dirigida y guionizada por Blerta Basholli y basada en una historia real, nos acerca a la historia de Fahrije, quien espera el retorno de su marido desaparecido en la guerra y sufre las devastadoras consecuencias económicas del conflicto. Inicia un pequeño negocio basado en la cocina casera con el que pueden salir adelante tanto ella como el resto de las mujeres de su comunidad. Pero este sueño choca con la hostilidad de un pueblo patriarcal, conservador y de rígidas costumbres que no ve con buenos ojos el empoderamiento de estas mujeres.

Un relato inspirador para las más de cincuenta personas que ocupaban su butaca en el Valey. Sofía Moreno, de la asociación Bordeando Castrillón, presentó la película con una reflexión “aunque a miles de kilómetros, esta historia de mujeres recuperando sus espacios podría perfectamente haber sucedido en la Asturias rural de hace unos años”.
En La palabra filmada presentamos el libro «Las devoradoras» de la inglesa Lara Williams. Tras la apariencia y encuadernación de un clásico recetario, se esconde una novela sobre mujeres que, hartas de que las obliguen a hablar menos, a comer menos, a ocupar menos, en definitiva, a ser menos, fundan un club libre y reivindicativo donde son quienes quieren ser. En definitiva, una novela sobre el hambre de vivir.

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