Cuando Jan le explica a su familia que su próximo cumpleaños será el último, las etapas que atraviesan su hija y su hijo de manera incrédula, se van sucediendo y transcurren desde la negación hasta el enfado, llegando finalmente a la aceptación y la empatía.
DMD «Derecho a Morir Dignamente» amadrinaba este lunes en el Teatro Filarmónica frente a más de doscientas personas la ficción holandesa Pink Moon de Floor Van der Meulen. En colaboración con el Festival Internacional de Cine de Xixón que la estrenó en su última edición en Asturies, MUSOC recuperaba esta cinta para poder seguir avanzando en el debate sobre la eutanasia, el sucidio asistido y la libertad de esta última decisión vital.
Aceptar la ausencia de quienes se van a convertir en huérfanas de una forma que implica acompañar y respetar a unos niveles que este debate plantea de base, pero que en este caso exigen un paso más. Aprender a amar la vida, para no temer a la muerte nos decía Noelia Ordieres, portavoz en el escenario de una filosofía que puede ayudarnos a estar en un mundo más digno de ser vivido, para que así las despedidas no sean ni tan extenuantes ni tan dolorosas como estamos acostumbradas.
Hasta el moño de tener que aceptar como natural lo que también puede cambiar. Otra muerte es posible.
#HastaElMoño de tener que aceptar como natural lo que también puede cambiar. Otra muerte es posible y para ello la información que nos ofrece DMD en el taller sobre Testamento Vital que ofrecerá en La Magdalena, Uviéu el próximo lunes 23 es vital para morir en paz, sin que otros decidan por una misma.
Como el protagonista de Pink Moon y especialmente como su hijo y especialmente su hija, transformados después de 95 minutos de buen cine y decisiones excepcionales, salimos transformadas del Teatro Filarmónica, dispuestas a abrazar la vida contra viento y tormentas.















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