Flee, los dibus también lloran

Flee, una de las películas más aclamadas y premiadas del año, llegó ayer a la pantalla del Nuevo Teatro de La Felguera. 60 personas disfrutaron y se emocionaron hasta el aplauso final con el relato que el danés Jonas Poher Rasmussen, director de la película y su amigo Amin, refugiado afgano, nos propusieron.

Flee, utiliza la animación para esconder los rostros y nombres reales de las personas que cuentan su historia, llena de sufrimiento y coraje. La búsqueda de un futuro lejos de la guerra y la lucha por ser uno mismo y amar sin prejuicios son las dos características principales de un relato que nos va a llevar de la mano de su protagonista de Afganistán al norte de Europa a través del dibujo. La técnica de la animación se entremezcla de forma natural con la imagen real, ya que a la hora de exponer el contexto sociopolítico de Kabul, de Moscú o algún lugar innombrable de Estonia, recurre a material de archivo de aquellas épocas. 

La intensidad, intimidad y sensibilidad de la historia atrapó al público como debió atrapar al actor danés Nikolaj Coster-Waldau, o lo que es lo mismo a Jamie Lannister de Juego de tronos, que se convirtió en productor ejecutivo de esta película.

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