Hay personas a las que necesitamos. La sociedad avanza gracias a ellas, los derechos humanos aumentan, la información se difunde. Las injusticias se denuncian. Una de esas personas fue Connie Norman. Gracias a Dante Alencastre director del documental Aids Diva, una decena de fieles espectadores en Cangues De Onís pudimos disfrutar ayer de su recuerdo y admirar sus logros.
Viajamos a la California de los ochenta, justo cuando el SIDA irrumpía y grupos de gays, lesbianas y trans se organizaban para atender cuidados y advertir sobre la desatención de esta pandemia.
Ningún gobernante quería entonces poner el foco sobre el SIDA. Su estigmatización y los prejuicios que sufrió la ya maltratada comunidad LGTBI tuvieron entonces una líder indiscutible. Inteligente, irreverente, graciosa, deslenguada y sobre todo cariñosa en cada una de sus intervenciones, Connie Norman supo transmitir y construir una lucha que fue creciendo en organización mientras su enfermedad avanzaba.
A través de un movimiento organizado desde la base, por la población civil afectada y de manera pacífica, demandando todas una atención sanitaria universal.
Como nos explicaba Palma de la Asociación Dobra, Connie Norman se apropió del insulto Queer traducido como raro o extraño, para explicar una identidad sexual o de género no binaria, fluida. Hablando en radio y televisión de temas que habían sido tabú hasta entonces. Siempre haciéndolo con una actitud arrolladora y un carisma talentoso para volver siempre a la defensa de la salud pública, la atención médica universal y el respeto por las personas, sean quiénes sean, amen a quién amen o se definan cómo se definan.
Connie Norman nos sigue animando desde donde esté a qué nos indignemos frente a las injusticias y usemos ese enfado para seguir luchando contra el patriarcado blanco y hegemónico. Los planes de prevención del VIH de su país tuvieron que ver directamente con las movilizaciones previas a través de organizaciones como las que ella lideró.Los resultados de aquellas movilizaciones son patentes hoy. Como lo es el recuerdo y el ánimo que nos sigue transmitiendo su figura gracias a este documental que homenajea a Connie, la lucha desde el amor.
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